Por Sin Reservas
El asalto cometido en la residencia del general de brigada de la Policía Nacional, Rommel López, nos ha recordado el involucramiento de miembros de la institución en actos delictivos, porque no creemos que esto haya podido suceder sin el consentimiento de los custodias de esta residencia.
Es casi seguro que en cada pandilla o banda de delincuentes aparezca algún miembro de la institución, o cuando no, de las Fuerzas Armadas, tal es el caso de este grupo apresados en Los Mina, Santo Domingo Este, Erick Ángelo Sánchez Peñaló; Lenny Leonel Espinosa, el raso policial John Byron Soto; el ex raso Gilberto Marte Ozuna, todos de 23 años, residentes en el sector de Guachupita.
Estos sujetos pertenecían a una banda que se dedicaban a robar motocicletas mediante asaltos a mano armada en distintos lugares.
El grupo fue sorprendido, tras asaltar un señor, a quien despojaron de un teléfono celular, una cadena de oro y una motocicleta Jincheng, negra, sin placa, la cual Marte Ozuna, trataba de encender para escapar, cuando agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim), lo apresaron. Tras ser interrogado este identificó a los demás delincuentes.
Al raso policial John Byron Soto, se le ocupó una pistola que tenía asignada como su arma de reglamento y una motocicleta Yamaha RX-115; y al ex alistado Marte Ozuna, le fue ocupado un revólver de marca y calibre ilegibles, la motocicleta robada, un carnet y una cédula de la Policía Nacional a su nombre.
Estos hechos, ya no nos sorprenden, si nos preocupan, pues son demasiados los miembros de las instituciones de seguridad involucrados en hechos reñidos con al leyes y la moral.